1. Mito: Son de baja calidad. Realidad: Utilizan materiales duraderos y cumplen con normativas de construcción.
2. Mito: No son personalizables. Realidad: Ofrecen una amplia gama de diseños y acabados.
3. Mito: No resisten el clima extremo. Realidad: Están diseñadas para soportar diversas condiciones climáticas.
4. Mito: Son menos seguras. Realidad: Cumplen con altos estándares de seguridad y eficiencia.
5. Mito: Solo son temporales. Realidad: Son viviendas permanentes con una larga vida útil.
6. Mito: No tienen buen aislamiento. Realidad: Incorporan avanzados sistemas de aislamiento térmico y acústico.
7. Mito: Son todas iguales. Realidad: Hay una gran variedad de estilos y tamaños disponibles.
8. Mito: No tienen valor de reventa. Realidad: Pueden aumentar su valor con el tiempo.
9. Mito: Son más costosas a largo plazo. Realidad: Requieren menos mantenimiento y son energéticamente eficientes.
10. Mito: No son ecológicas. Realidad: Utilizan materiales sostenibles y procesos de construcción eco-amigables.